"Yo no sé hablar como todos, mis palabras suenan extrañas y vienen de lejos,

de donde no es, de los encuentros con nadie.

¿Qué artículos de consumo fabricar con mi melancolía a perpetuidad?"

Alejandra Pizarnik


martes, 18 de mayo de 2010

Entrada N° 100 / Número Equivocado

A pesar de las telarañas y el polvo que se hace notar a veces en este espacio, intento mantenerlo actualizado. Ésta es la entrada número 100 de Ángel Lunático, pensarán que es muy poco para tanto tiempo del blog, pero no es cosa fácil. Las pequeñas tareas siempre me han abrumado, soy un mal vividor, no sé apostar mis cartas, pero me tomo el tiempo para meter la pata.

Muchas gracias a los seguidores, a los visitantes esporádicos, a los que comentan y a los anónimos.

Un saludo y les dejo este escritucho que hice hace poco.


Número Equivocado

-Aló… aló.

De vez en cuando lo llamo para espantar el fantasma, para saber que sigue vivo y que no es el mismo. Nunca respondo, para que no haga memoria, no vaya a ser que recuerde que aún existo pero soy otro.

Son dos aló por año, una sola llamada. El primer aló siempre suena con esa voz que era la del él de entonces, el segundo destiñe la escena y me devuelve al que soy ahora, que no es un yo con él. A veces él cuelga, otras tantas lo hago yo.

Debo aceptar que no sabré que hacer el día que no conteste. Quizá le dé por cambiar de domicilio, o muera sin que me entere.

Cuando es mi teléfono el que suena y nadie responde, lo nombro. Como nadie dice nada, y nada es mudez y nadie es un mudo, me doy la licencia de creer que se trata de él. Pero entonces habla el mudo y todo resulta ser un número equivocado. Él debe pensar lo mismo de mis llamadas, aunque en ese caso yo si soy el nadie que se queda mudo hasta que termina la llamada.

-Aló… aló.

Del otro lado el teléfono es colgado y el tono que se repite... se repite.