I
¿Un abismo temiéndole al vacío?
¿Un precipicio acrofóbico?
II
El metro y los ácidos, dos viajes que nunca deben mezclarse. Se corre el riesgo de convertirse en un asesino en potencia o escribir un mal cuento con un titulo psico/misan-trópico; ignorando la etimología.
III
Un semáforo en rojo el día de todo al revés.
Y usted es un buen ciudadano, eso está claro, queda demostrado en su certificado electoral; la factura de los servicios públicos cancelada a un día de vencer y los avisos de aquí están invertidos sus impuestos se lo confirman.
Sí, usted es una persona correcta -¡tan correcta!- y el semáforo está en rojo.
La ciudad se ha vaciado, es día de guardar o quizá sea la paranoia colectiva por la gripe de los murciélagos, las elecciones presidenciales, el mundial. La calle es suya o del semáforo que está en rojo porque usted es un buen ciudadano.
it’s so polite, it’s so polite
it’s offensive, it’s offensive
Amanda Palmer -en la radio- y la cámara de seguridad -en el poste-, testigos únicos del crimen, de la insolente licencia que se ha dado, del protocolo arrojado por la ventana en un acto tan poco ecológico:
Sea que haya ignorado al fin el semáforo en rojo, o mejor aún, que haya descendido del carro con el propósito de cambiar el orden de las tapas invirtiendo la luz a su favor; vuelve al auto y acelera con la conciencia tranquila de seguir en cumplimiento del deber... o algo parecido.