"Yo no sé hablar como todos, mis palabras suenan extrañas y vienen de lejos,

de donde no es, de los encuentros con nadie.

¿Qué artículos de consumo fabricar con mi melancolía a perpetuidad?"

Alejandra Pizarnik


domingo, 13 de septiembre de 2009

Vulnerable

“Todo me cambia, todo me vulnera”
Cristina Toro


Cuatro milímetros de carne es lo que me separa del mundo. Yo, a diferencia de Rosario Tijeras, no tengo un chaleco antibalas bajo la piel. Con tan insipiente membrana, cómo pretender que nada me vulnere, si hasta las palabras rasgan poros para abrirse paso y corromperme.

Me piden que trague piedras para endurecer el carácter, que beba plomo para atarme a la tierra. Ellos no conocen las contraindicaciones: de ingerir su remedio sanaría ese deleite masoquista que encuentro en las palabras, esa insistencia autoflagelante de releer un poema, el ardorcito que queda después de la cortada.

1 comentario:

  1. Las palabras!!! Las tuyas hacen vibrar y generan muchas sensaciones...las mias son las tuyas mientras te leo en voz alta. Un saludo compañero!

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