¿Qué se puede esperar de un hombre como yo,
Que geográficamente está mal ubicado?
Frente a mi casa, un muro de ladrillos coarta sueños.
De mi terraza, diviso montañas rojas,
Y una ciudad que es un hueco.
Una ciudad cansada de parir muertos.
Vivo en otro agujero sin ventanas.
Soy un hombre que si decidiera escapar
Sería por un camino en loma,
Cuya cima obliga a mirar los mismos montes,
La misma urbe.
Salvo que huya por carreteras que llevan a lugares comunes.
Me queda mirar arriba,
Me queda la muerte como única salida.
La vida es cuando llamas
Hace 5 días
Hasta que te escapaste...
ResponderEliminarHay otros modos de escapar. Cada poema es una ruta de huida, cada verso un pasadizo escondido que da más allá de las balas.
ResponderEliminar¡Alegría!
Gracias amigo. Lo que pasa es que parirlos tambien pesa, a veces. Pero sí, es una forma de esperaza, como decis vos.
ResponderEliminarGracias