"Yo no sé hablar como todos, mis palabras suenan extrañas y vienen de lejos,

de donde no es, de los encuentros con nadie.

¿Qué artículos de consumo fabricar con mi melancolía a perpetuidad?"

Alejandra Pizarnik


lunes, 2 de noviembre de 2009

Pensamientos inútiles a las 3:33 de la madrugada

1.

Tres y treinta y tres en verde fluorescente titila el despertador. El despertador fluorescente titila en verde: tres y treinta y tres. Titila fluorescente el despertador las tres y treinta y tres en verde. Tengo una amiga quien gritaría si viera ese número, sufre algo así como una triscaidecafobia pero con el número trescientos treinta y tres; o más bien una triplehexafobia dividida por dos. Sí, seguro moriría en este momento con el tráfico de tic-tac en los relojes del cuarto contiguo, el del relojero. También sé de un niño que cuando tiene pesadillas en la noche corre al cuarto de sus padres, se detiene ante la puerta y prefiere dormir allí en el suelo; lo espantan esos pasos acompasados del reloj al otro lado.

2.

Cuántas escaleras habré escalado para confirmar que si el menguante de la luna no es más que la sombra proyectada por la tierra, y si yo -habitante de este mundo, terrícola escapista, humano orbitando la locura- lograse alzarme lo suficiente para que el sol recayera sobre mí, también mi sombra se reflejaría en la luna.

3.

Qué gran avance ha representado para la literatura la máquina de escribir y, posteriormente, el teclado de computador. Antes, la costumbre era la de redactar a una sola mano, bienaventurados los onanistas ambidiestros. Pero ahora todos podemos pertenecer a ese excelso grupo que ha logrado una economía estable en sus dos manos: de a tres teclas por dedo, el comunismo del teclado. Sí, en definitiva la producción literaria pudo haber aumentado; su calidad… dejémoslo en que ha entrado a eso que llaman producción a gran escala. Por eso, aunque ahora se escriba a dos manos por hombre, la muy condenada seguirá incompleta.

4.

¿Que por qué era tan grande Mercedes Sosa? Imagínese usted, tener que cargar con toda la voz de Latinoamérica. Se debe ser robusto, fuerte y grande, con la piel gruesa y bien puesta para no romperse con esos gritos, gruñidos y llantos.

5.

Para sobrevivir en Medellín se deben dejar los escrúpulos de lado, aprender a tratar con las putas y poco a poco desmontarles las cuchillas que llevan entre las piernas. Mejor dicho, hay que saber alzarle la falda a las montañas.

6.

Tres y treinta y tres de la madrugada. Se fue la luz. Ya no titila el despertador. Tres y treinta y tres rezaba en verde fluorescente. Y como a esa hora se fue la luz, entonces esa hora seguirá siendo hasta que vuelva. Pero la luz no se va, se fue la energía, porque la luz la tengo en esta vela. Mejor dicho, se trasformó la luz como la energía, que tampoco se va, sólo que el lenguaje no es suficientemente explicito para decir algo como que se apagó el bombillo a causa de que los impuestos no han sido pagados. Pero la vela me es suficiente. Se refleja mi sombra en la pared, como lo haría en la luna si me alzara lo suficiente. También está la sombra de mi cigarrillo y de pronto me pregunto por qué cuando lo aspiro, el de mi sombra también se consume pero no se enciende como el mío. Concluyo entonces que no soy el único oscuro esta noche, también el pobre quema su pena sin hacer mucho ruido.

9 comentarios:

  1. Genio!... cuándo saque sus libros voy a ser el primero en comprarlos.

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  2. Éstas noches están llenas de melancolías...

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  3. "(...) y poco a poco desmontarles las cuchillas que llevan entre las piernas. Mejor dicho, hay que saber alzarle la falda a las montañas."

    Me pasó un escalofrío con esta parte...

    Bravo.

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  4. Ojalá sigan dandose muchos momentos como esos y regrese la luz o la energía y sea la misma hora, la misma noche y eso sí, otras líneas, muchas más líneas que salgan de vos. Un abrazo.

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  5. 3.
    La calidad de los escritos, en esta sociedad, aumenta en la medida que alce su mediatismo, no?

    Porque si no vea: A Gabo, Cien años de soledad le bastó para que aún sea enmarcado en el campo de la literatura.

    Un saludo.

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  6. Sé quien es esa amiga y sé tambien que por lo menos no me dejaras morir a las 3:33

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  7. Viejo, esto estuvo muy Vkno... Serio
    Creo que he renacido o algo asi, hace tiempo que no subia nd ni q t comentaba, pero veo q tu talento sigue aumentando.

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  8. Curiosamente un 2 de noviembre en la madrugada, muchos pensamientos llegaron a mí como un torrente de ideas inconclusas perteneciéndose unas a ellas que sólo tenían en común a esta loca en la madrugada que las pensaba.

    Está muy interesante y divertido este post, sobre todo esto: "Tres y treinta y tres en verde fluorescente titila el despertador. El despertador fluorescente titila en verde: tres y treinta y tres. Titila fluorescente el despertador las tres y treinta y tres en verde".

    jajaja Qué genial
    Saludos desde Santa Marta, para Medellín

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