Oh, respetable lector, permitidme un momento de sublime idiotez:
Sucedió un día cualquiera de la semana -quizás un lunes, tal vez un jueves-, que encontré un pobre huevo solitario en la canasta de los huevos, ya resignado a su agrietado destino.
Pobre huevo hijo de gallina flaca y de mal corral. Descalcificado además el miserable. Entonces yo, representando al verdugo salvador, lo acojo entre mis misericordiosas -villanescas, miseras-, manitos y descascaro al futuro huevo descarado.
Sucedió un día cualquiera de la semana -quizás un lunes, tal vez un jueves-, que encontré un pobre huevo solitario en la canasta de los huevos, ya resignado a su agrietado destino.
Pobre huevo hijo de gallina flaca y de mal corral. Descalcificado además el miserable. Entonces yo, representando al verdugo salvador, lo acojo entre mis misericordiosas -villanescas, miseras-, manitos y descascaro al futuro huevo descarado.
Pobre, pobre y descalsificado, descascarado y descarado huevito; ya sin su alma clara y yema, quiero decir llena.
Pobre y miserable huevo que terminó convirtiendose en mi desayuno y en otro absurdo montaje excusado bajo la etiqueta de 'Arte Conceptual'.
Una producción de (izq-der): Elessar, Angelunático y Darkbantha.
Muchas gracias por su atención, favor reclamar el tiempo perdido a la salida del blog.
Alguien salve ese pobre huevo!!! Ah, se me olvidaba que no hubo tiempo y ahora ya se convirtió en desayuno!!!
ResponderEliminarSaludos,
jajaja, Creo que todos tenemos momentos de querer escribir absurdos.
ResponderEliminarPasando a saludarte.
Un abrazo
jajajajaja, un saludo y buena energía!
ResponderEliminar¿Dónde es que se reclama el tiempo? EHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH jajaja bobo pendejo. Que chévere esa etiqueta de Absurdo, vos deberías llevar una así en la cabeza.
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