Te le ibas escapando a mi lenguaje, y es que tu lógica es la de la palabra misma. Escribirte sería re-nombrarte, quizá re-cubrirte, un atrevimiento de redundarte. Pero ya ves, aquí me encuentras pretendiendo inventarte, si acaso re-membrarte no es el riesgo de desmembrarte.
Rehúyes a mi vocablo por no ser uno que me pertenezca, pero de los míos me valgo tejiendo cadenas para alcanzarte, sin correr peligro de ar-restarte. Y abandono la tarea de invocarte por miedo a repetirte, imposibilidad de re-encarnarte en esta carne de palabras tan desprovista de tacto.
Rehúyes a mi vocablo por no ser uno que me pertenezca, pero de los míos me valgo tejiendo cadenas para alcanzarte, sin correr peligro de ar-restarte. Y abandono la tarea de invocarte por miedo a repetirte, imposibilidad de re-encarnarte en esta carne de palabras tan desprovista de tacto.
Éste es uno de esos momentos en que te paras frente a un escrito y sientes que el te devuelve la mirada, tvb
ResponderEliminarInteresante juego de palabras, construyes toodos los sentidos en pocas lineas...se devuelve la mirada y el tacto y el olfato y el oido y por supuesto el gusto de leerte. Un abrazo
ResponderEliminar