"Yo no sé hablar como todos, mis palabras suenan extrañas y vienen de lejos,

de donde no es, de los encuentros con nadie.

¿Qué artículos de consumo fabricar con mi melancolía a perpetuidad?"

Alejandra Pizarnik


lunes, 11 de mayo de 2009

Hablo de ellas: Las Putas.

Quiero compartir algo:

De costumbre tengo la de salir por ahí a caminar y, últimamente, no he podido callar el verduguito en mi cabeza, taladrándome los sesos.

Pues bien, me encontraba en estos días por la Iglesia de la Veracruz con una amiga, íbamos a comer a un restaurante vegetariano llamado Govinda's -recomendado por cierto-, y es bien sabido en Medellín la carne que aguarda en los alrededores de dicha iglesia; carne de mujer cansada, de madres con minifaldas y kilos sobrantes, de niñas viejas. Pues entre tanta carne se me hacía irónico que existiera un restaurante vegetariano, pero así es, así es Medellín de contrastes bruscos e historias que desmiembran.

Me son tristemente interesantes las historias que hay en cada una de ellas, por eso cuando tengo la oportunidad me siento a inventarles nombres y penas.

El caso es que estas mujeres, las que alquilan su sexo porque les toca y no porque quieren una vida fácil como lo supone esa designación de mujeres de vida alegre, se van ganando un espacio en la sociedad –muchas veces injusto-. Siempre he dicho que las putas son tan públicas como los empleados del gobierno, y por eso es que vale la pena inventarles sus verdades.

Pues bien, lo que les quería compartir, sin alargar la entrega, es un par de fragmentos que nacieron y supongo, algún día, utilizaré en un escrito dedicado a estas mujeres, espero les agrade:

COMO LAS PUTAS

Yo, al igual que las putas,
Entrego mi carne
En cada faena,
Vuelta poema.

QUE POR QUÉ LAS LLAMO PUTAS

¿Qué por qué las llamo putas?, pregunta alguien. Que porqué nombrarlas tan despectivamente, tan… ‘Peyorativamente’ es la palabra.

Pues bien, la diferencia esencial entre una prostituta y una puta es que la prostituta es sólo el título profesional, mientras la puta es una mujer, de carne y hueso, que alquila su carne porque le duelen los huesos.

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Quiero disculparme si de pronto he hecho entregas muy cortas, si quizá son pensamientos y razones que doy un poco salidas de tono, pero por estos días no tengo mucha tinta y el papel está un poco seco.
La imagen se llama Salón de la Rue des Moulins del pintor francés Toulouse Lautrec. Por cierto, este pintor tiene una historia bien interesante en cuanto a esto de los burdeles.
Gracias por continuar leyendo Ángel Lunático -en serio-.

6 comentarios:

  1. Me gustó mucho, tiene un saborcito a la Catunga de Laura Restrepo, a historias de Magdalenas en desgracia

    y no tienen nada de malo las entradas cortas mientras tengan contenido :P)

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  2. De acuerdo con el anterior comentario, no importa que sea corta, ésta ha sido una de las que mas me han gustado

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  3. Si lo bueno es breve... doblemente bueno.


    Saludos,

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  4. "La puta es una mujer, de carne y hueso, que alquila su carne porque le duelen los huesos". Esta frase es de antología. Y tu post, aún más.
    Un placer leerte y pensar contigo.
    Abrazos mágicos y púrpuras.

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  5. Me gustan mas los escritos cortos, que no dan pereza leerlos y que puede hacerse entre pausas académicas -para luego reflexionar su contenido mientras se trata de aprender responsabilidad civil-. Felicitaciones hombre, nunca había comentado, pero de vez en cuando me paso por este blog y me encuentro con unas gratas sorpresas! Espero pues, con ansias, el escrito dedicado a esas mujeres, las putas.
    Alegría! ;)

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  6. Hablando de putas y prostitutas, la película The Girlfriend Experience ofrece un retrato muy interesante de una verdadera prostituta de profesión y cómo lidia con el cruze entre lo privado y lo profesional. Recomendada.

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