Un día me encontré en la U a un amigo sentado en el suelo con la mirada puesta en un arbol de mangos. Pues bien, me le acerqué y resulta que el señor palo de mangos le estaba concediendo una entrevista muy detallada y visceral a mi amigo. Puede decir usted, querido lector, que esto es una locura, que los arboles no tienen vísceras, ni hablan. Dígale eso a las palabras, vaya con tal pretexto a las letras. Es mucho lo que ellas pueden lograr, y que gran lugar sería el mundo si como niños nos creyéramos razones como que los arboles hablan, tienen vísceras y hacen el amor.
Pues a mi amigo le pareció que era realmente una desgracia ser un árbol, tan quieto, tan sólo. Tanta fertilidad asexuada. Eso le preocupaba a él entonces le dije que lo que no sabíamos era lo que sucedía en las raíces. Y así nació este escrito:
Pues a mi amigo le pareció que era realmente una desgracia ser un árbol, tan quieto, tan sólo. Tanta fertilidad asexuada. Eso le preocupaba a él entonces le dije que lo que no sabíamos era lo que sucedía en las raíces. Y así nació este escrito:
¿POR QUÉ TIEMBLA LA TIERRA?
“No sé distinguir entre besos y raices”
La Chispa Adecuada – Heroes del Silencio
Puedo apostar que usted no sabe por qué la tierra tiembla. Pues bien, le contaré un secreto:
¿Los ve? ¿Ve a esos gigantes de madera?, esos mismos seres de piel rugosa, llenos de astillas, de historias. Esos entes solitarios, taciturnos, congelados; saben por qué la tierra se estremece.
Dirá usted que nada saben los arboles, pero ahí donde los ve ocultan algo que nosotros, humanos de superficie, no conocemos.
Pregúntele a la lombriz, ella lo ha visto. También los topos y los gusanos.
Allá, abajo, ya no se es Arce, ni Naranjo, tampoco Ceiba, Ciprés o Cedro. Los encantos del guayacán en flor son insignificantes ante lo que esconden sus raíces.
La tierra redobla por los espasmos silenciosos de los arboles, las poluciones vegetales, las convulsión subterráneas.
Es ese, no otro, el origen de los temblores, no se engañe. Es sólo sexo arbóreo lo que se da bajo los pies, donde todas las raíces confluyen, entonces tirita la tierra.
Cada vez que puedo revisar este blog lo hago... y cada vez que encuentro algo nuevo me quedo gratamente sorprendida, esta no es la excepción. Déjame felicitarte por el don que tienes.
ResponderEliminarTenemos tanto que aprender de nuestros hermanos los árboles... No sólo lo que ocurre con sus raices es impresionante, a veces quisiera alcanzar el grado de compenetración con mi ser como el de los árboles consigo mismos... Ojalá un viejo roble me conceda una entrevista y pueda desentrañar sus viejos secretos... Muy bueno, me gustó bastante ^^ Tvb
ResponderEliminarBuena teoría, lo malo es que los árboles están obligados a tener sexo con los mismos árboles durante toda su vida... es una pena.
ResponderEliminarEn eso si te equivocas, por un lado digo: "todas las raíces confluyen", los sismos que provocan los orgasmos de los arboles viajan a través de la tierra, todas las raíces se conectan.
ResponderEliminarY por otro lado, no creo que sea una obligación tener sexo con el mismo árbol, seguramente será una desgracia si quien está a tu lado es mala hierba. La monogamia es algo por lo que los cóndores se extinguen pero la poligamia es algo que ha provocado que la Humanidad se propague, !Y mira donde estamos¡ (Gente, mucha gente, guerras, calor, muerte). Es como con los libros, leer muchos a la vez no te permite profundidad en uno sólo, puedes perderte detalles o volverte una maraña de emociones encontradas...
Viva la monogamia!!
ResponderEliminarMeraaaaaaa cheveridad. Que vivan vos, el loco de los orgamos arbóreos, y el otro sujetín, el que entrevista al solitario mango del 12. Un abrazo grande para los dos, grandes literatos
ResponderEliminarkien es ese k dice k la tierra va a templar x 8 horas solo dios sabe tu no sabes
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